Las acciones son uno de los activos clásicos que podemos encontrar en la cartera de cualquier inversor. Sin embargo, muchos solo invierten en ellas por los beneficios que pueden obtener a partir de la fluctuación en sus valores de mercado.
Cada vez es más común, sobre todo en tiempos de crisis, que los inversores busquen opciones que les reporten una renta fija y que reduzcan el riesgo inherente en cualquier inversión bursátil. Por eso, invertir en acciones con dividendos es una excelente manera de obtener ingresos de forma estable.
En este artículo hablaremos sobre los factores que hay que tener en cuenta para invertir en dividendos y cómo analizar acciones de dividendos.
Para empezar, ¿qué son los dividendos?
Pues bien, digamos que para cualquier inversor que invierta su dinero en acciones existen dos formas de ganar dinero con ellas. La primera es que el valor de la misma aumente con respecto al precio al que la compró y obtenga, de esta manera, una diferencia favorable al revender. Y la otra es a través de los dividendos.
Los dividendos son, en resumidas cuentas, la distribución de ganancias que realiza una empresa a sus accionistas. Al final de cada período y tras el cierre de los balances, si la compañía tuvo beneficios, puede elegir entregar una parte de ellos a sus inversores.
Entonces ¿No siempre una empresa distribuye dividendos? No todas las empresas deciden pagar dividendos. Algunas simplemente eligen reinvertir sus ganancias o mantener la liquidez. Por supuesto que aquellas que lo hacen suelen ser mejor valoradas por los inversionistas, ya que les garantiza una rentabilidad más estable. Ahora vayamos al grano para conocer factores para analizar acciones de dividendos.
¿Qué tipos de dividendos existen?
No todo dividendo se paga directamente en efectivo, también pueden pagarse emitiendo nuevas acciones que son distribuidas entre los accionistas, manteniendo de esta forma el porcentaje de control sobre la empresa, pero aumentando el activo del inversor.
Para mejorar la categorización de los tipos de dividendos podemos mencionar 4 grupos además de los ordinarios que ya mencionamos anteriormente.
- Dividendos extraordinarios: Son beneficios que la empresa distribuye pero que no fueron generados a través del funcionamiento normal del negocio. Por ejemplo, si se venden terrenos en propiedad de la empresa o algún activo importante que le representan un ingreso extraordinario.
- Dividendos a cuenta: Son distribuciones de beneficios que se realizan a los inversionistas de forma anticipada al cierre del ejercicio económico. Si una empresa puede prever con cierto grado de exactitud cuál será su ganancia neta a fin del ejercicio, puede elegir realizar algunos pagos a cuenta de futuros beneficios.
- Dividendos complementarios: Supongamos que la empresa realizó una distribución de dividendos a cuenta antes de conocer los números exactos de su balance. Si por alguna razón u otra falló en sus estimaciones y quedó debiendo a sus accionistas, debe saldar dicha deuda pagando dividendos complementarios al final del ejercicio.
- Script Dividend: Son los dividendos que paga la compañía en forma de acciones. A veces los problemas de liquidez obligan a algunas empresas a utilizar este método para pagar a sus accionistas. El inversor por su parte puede decidir quedarse con estas nuevas acciones, o bien venderlas para generar un flujo de efectivo.
¿Qué rentabilidad se puede obtener invirtiendo en dividendos?
No todas las empresas pagan los mismos dividendos. Como mencionamos antes, una compañía elige qué porcentaje de sus beneficios va a distribuir a sus accionistas.
Este porcentaje se conoce comúnmente como pay-out. Si, por ejemplo, una empresa presenta a fin de su ejercicio económico un beneficio de 100 millones de euros y decide dejar en reserva 50 millones y distribuir los restantes 50, decimos que esta compañía tiene un pay-out del 50%.
Ahora bien, ¿de qué depende el pay-out? Muchas veces una empresa tiene previamente definida su política de distribución de dividendos. Por lo que al final de cada balance distribuirá la misma proporción de sus beneficios. Esto les da a los inversores una importante estabilidad en sus inversiones.
Sin embargo, el pay-out muchas veces depende de los beneficios obtenidos, de la estrategia de crecimiento, del sector o incluso de la propia junta de accionistas.
Obviamente existen sectores que son mucho más estables que otros a la hora de distribuir dividendos. Mientras que, por ejemplo, se suele considerar a la industria de los alimentos como relativamente estable en este sentido, la industria de la tecnología y start-ups suelen reinvertir todas sus ganancias en la expansión de la empresa.
¿Cómo tener una buena cartera de acciones con dividendos?
Si está considerando invertir en acciones que le garanticen dividendos regulares, debe tener en cuenta varios factores. Un análisis fundamental de las compañías con acciones de dividendos para añadir a tu cartera de acciones es la clave de éxito.
La rentabilidad por dividendo
Primero cabe aclarar que, para obtener un buen ingreso proveniente de los dividendos, se debe contar con un importante capital de inversión. Esto se da porque la rentabilidad por dividendo suele ser bastante baja. Por ejemplo, en el mercado español, las mejores empresas en este rubro no alcanzan ni el 10% de rentabilidad. Entonces para obtener unos 1000 euros de ingreso anual debemos invertir 10.000 en acciones en acciones. Esto en el mejor de los casos.
*Nota: La rentabilidad por acción se calcula con la siguiente fórmula=
Dividendo por acción/Precio de compra de las acciones *100
Analizar acciones de dividendos
Por otro lado, otro factor importantísimo tiene que ver con la elección de la o las empresas en las que vamos a invertir nuestro dinero.
Es necesario investigar previamente su historial de distribución de dividendos. Empresas que tengan cierta estabilidad en este aspecto suelen ser las mejores opciones. Existen empresas que se denominan “Cumplidoras de dividendos”, “Aristócratas de dividendos“ y “Reyes de dividendos”, según la estabilidad y las cantidades de dividendos que pagan. Esto las convierten en muy atractivas para inversores.
Diversificación de la cartera
El dicho popular suele decir: “no es bueno poner todos los huevos en la misma canasta”. A la hora de invertir en acciones sucede algo muy similar.
Es necesario tener una cartera con acciones de empresas que varíen en distintos factores. Sector, balance, pay-out, situación financiera, etc. Esto ayuda a minimizar el riesgo que implica depositar todo nuestro capital en una sola empresa.
La reinversión
Otra de las claves para sacar el mejor provecho a este tipo de inversiones es capitalizar los dividendos que vayamos obteniendo. De esta forma estaremos obteniendo un crecimiento exponencial de nuestro capital. Ayudando a hacer crecer nuestro capital gracias al interés compuesto.